miércoles, 4 de enero de 2017

El primer día de escuela

Recuerdo el primer día de escuela. No el de mis hijos, sino el mio en su escuela. Hubo una reunión el día anterior a comenzar las clases y ahí estaba yo, llena de expectativas. ¿Qué esperamos los padres de la escuela de nuestros hijos? ¿Que aprendan o que se diviertan? ¿Pero es que ambas cosas son excluyentes? En nuestro caso, esperábamos una maestra que les hiciera sentir a gusto, que aprendieran con ella pero no que "la letra con sangre entra". Que cuidase las relaciones entre los compañeros, y respetase su ritmo y su forma de ser. No nos preocupaban las instalaciones del cole, aunque un gimnasio en condiciones no tiene. Ya veníamos con altas expectativas de la casa de niños, que tanto nos dió a todos (no solo a nuestros hijos), por lo que algo sabíamos de qué esperar.

Eva, la maestra, nos reunió en un aula grande y de paredes vacías. Nos estrenamos juntas en el cole, era su primer curso en esta escuela pero con plaza fija (¡bieeeen!! la movilidad en las zonas rurales es muy común). Nos comentó su experiencia anterior en CRAs, y cómo le costaba ver esas paredes tan vacías, pronto se llenarían con las propuestas y producciones de sus alumnos y alumnas. Nos contaron también que apenas usaban libros de texto, solo para ejercicios de matemáticas, cuadernillos de caligrafía e inglés.

Iván apenas notó el cambio, en su primer día de escuela. Se incorporó a un aula en la que se convivían infantil, primero y segundo de primaria. A todos les conocía pues la Casa de Niños estaba en el mismo edificio que la escuela, y los mayores y pequeños están acostumbrados a compartir espacios y juegos.

Y comenzó el curso y con él una metodología novedosa para mi: En el CRA decidían trabajar un tema en las cuatro localidades que lo conforman, y la maestra les preguntaba a los alumnos sobre qué querían aprender relacionado con ese tema. Así se conforman los aprendizajes basados en sus inquietudes.

Iván volvía a casa contento, y ¡sin deberes!. La única expectativa era que jugase y disfrutase con su familia y amigos/as. Y aprendió mucho, casi sin querer, con esfuerzo y motivación.

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